El I Ching es un libro oracular chino cuyos primeros textos se suponen escritos hacia el 1200 a. C.
El término i ching significa «libro de las mutaciones». Su contenido original es de procedencia taoísta y no confucianista. Se cree que describe o interpreta la situación presente de quien lo consulta y aconseja el modo en que se puede resolver el futuro si se adopta ante él la posición correcta.
Para el «I Ching» la esencia del mundo no es un estado estático-mecánico, el mundo está en un perpetuo cambio y mutación. Todo lo que es, precisamente por ser, está sometido a la muerte. El eje de todas estas transformaciones es el gran polo «T´ai Ki» la unidad más allá de toda dualidad, de todo suceder, de toda existencia. Todas estas transformaciones se producen por la vía del cielo, a la cual corresponde en la tierra la vía del hombre.